martes, 16 de junio de 2015

Un hito en la lucha contra la tortura en Argentina


Luego de dos horas y media de receso, alrededor del mediodía, el Tribunal Oral Federal n° 1 leyó la sentencia a los 7 oficiales del servicio penitenciario, imputados por torturar, golpear y maltratar durante dos horas a Brian Núñez en Julio de 2011 en el Complejo Federal de jóvenes adultos de Marcos Paz.

En una sala colmada, Juan Pablo Martínez fue condenado a 9 años y seis meses de prisión por ser el coautor de las torturas; Roberto Fernando Cóceres a 8 años y seis meses por el mismo delito. Por otro lado, Juan José Mancel, quien unas horas antes sostuvo que “si pudiese volver el tiempo atrás, a ese 17 de Junio de 2011, volvería a actuar de la misma forma en que lo hice” obtuvo 2 años de prisión en suspenso por haber omitido realizar la denuncia por hechos de tortura dentro de las 24 horas. Mientras que Juan Fernando Moriñigo, Ede Martín Vallejos y Javier Andrada fueron absueltos. En el caso de Víctor Guillermo Meza, este llega a esta instancia en libertad y, aunque fue condenado a 8 años y 6 meses de prisión, continúa libre hasta que la Cámara de Casación ratifique en segunda instancia este fallo. 

Lo emblemático de este caso es que la palabra "tortura" estuvo presente en la boca de abogados, fiscales y jueces. "Brian luchó por todos los que no están y por los que padecen estas torturas todavía" manifestó Liliana Valenzuela, su madre. Esto deja entrever que el caso de Brian no es un hecho aislado sino que estas prácticas son recurrentes y que en realidad no llegan a la instancia de juicio porque las víctimas no poseen voz para denunciarlo. Cabe recordar que es el primer caso, durante la democracia, que llega a juicio con la víctima viva y en el que los acusados son condenados por el delito de tortura.

"Brian estaba muy emocionado por la cantidad de gente que vino a acompañarlo", aseguró Liliana. La jornada contó con la presencia de Raquel Wittis, Miryam Medina y Gustavo Melmann, familiares de víctimas de violencia institucional; integrantes de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional; el diputado Leonardo Grosso; Asociación Seré y familiares y amigos de Brian que desde temprano en la mañana se acercaron para brindar su apoyo. Aunque la sentencia marca un precedente, a todos ellos las absoluciones dictaminadas por los jueces Héctor Sagretti, Marta Milloc y Diego Barroetaveña les dejaron un sabor amargo. No obstante, habrá que esperar hasta la audiencia del 30 de junio en la que se leerán los fundamentos que avalan esta sentencia.


Liliana, madre de Brian Nuñez. 
Foto: Campaña Contra la Violencia Institucional.


martes, 9 de junio de 2015

Observatorio de violencia institucional: romper el discurso de la mano dura.


El pasado jueves 4 de junio, la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires, lanzó el Observatorio de Violencia Institucional, cuyo objetivo es monitorear el tratamiento de contenidos que pueden estar enmarcadas en esta temática por parte de los medios de comunicación masiva. “Lo importante es hacer mella en cómo en la agenda pública hay muertes visibles y muertes invisibles, estas últimas en general son las de jóvenes pobres, que se enfocan en los victimarios” expresó Mercedes Calzado, secretaria académica de la carrera.

La ocasión también funcionó como presentación de la “Guía para el tratamiento mediático responsable de la Violencia Institucional”, realizada en conjunto por la Campaña contra la Violencia Institucional, la Defensoría del Público, el Programa Memoria en Movimiento y otros referentes en el tema. Esta guía de tratamiento “va en el sentido de romper con las versiones policiales que silencian a las víctimas. Es una herramienta política para que la voz de las víctimas pueda tener un lugar y también la de los actores institucionales que la puedan resguardar” explicó María José Guembe de la Defensoría del Público.




Además de las autoridades mencionadas, participaron de la presentación Leonardo Grosso, diputado nacional y principal referente de la Campaña contra la Violencia Institucional; Verónica Torras, del Programa Memoria en Movimiento; el periodista y docente Horacio Cecchi; y Stella Martini, también docente. El panel fue coordinado por Marianela Nappi, miebro del Observatorio.
También estuvieron acompañando Liliana y Cecilia, mama y novia de Brian Nuñez, quien fue torturado por el Servicio Penitenciario Federal; y Maria Sabatella y Gustavo Mellman, padre de Natalia Mellman*.

Sobre el tratamiento de las noticias relacionados con esta problemática, Cecchi contó que “es mucho más fácil establecer la idea de Violencia Institucional entre los periodistas de la Agencia (de noticias de la carrera de Comunicación, de la que Cecchi es coordinador) que en la redacción. Esto se debe a que no está instalado en la sociedad este concepto y no se vuelven a pensar estos casos. Esta violencia es posible porque hay un fiscal que no investiga, un juez que permite y entonces la policía actúa. Y se legitima porque el periodismo habla de ‘un caso policial’ o habla de ‘la manzana podrida’ y no va a la raíz de la cuestión. De esta manera los casos se repiten hasta el infinito”.


Por su parte, Martini destacó la tarea que tendrá el flamante observatorio. “Servirá para hacer visibles todos estos casos. Que no se trata de que a algún agente se le fue la mano o que un juez ‘estaba cansado’ y decidió archivar la causa. Esto es una política sistemática y los familiares y las víctimas han logrado con la lucha que se empiece a hablar de violencia institucional. Por esto es importante que la carrera de Ciencias de la Comunicación haga este aporte a la sociedad” destacó.

Finalmente, entrando en la discusión sobre la seguridad, el diputado Grosso planteó que “nosotros pretendemos dar una discusión fuerte en los modelos de seguridad. La mano dura es la que viene ganando la opinión pública. Todos los candidatos plantean esta visión, de aumentar la presión policial, las penas, aumentar el control sobre un sector específico. Esto es poner el ojo sobre los sectores populares, lo que fueron los cabecitas negras y ahora son los pibes chorros. Nosotros lo planteamos al revés. ¿Cuáles son los factores que ordenan la frecuencia delictiva en la sociedad? El narcotráfico, la trata de personas, el tráfico de armas y las autopartes. Estos son los delitos grandes y los que contratan la mano de obra para ir a chorear. Después vamos a las cárceles y está lleno de pibes humildes que no tienen los contactos ni la estructura necesaria para armar estas redes delictivas, sino que son el último eslabón de la cadena. Entonces, esta política de seguridad no funciona y nosotros queremos discutir como terminar con las cabezas delictivas que tienen complicidad policial y judicial, aunque sepamos que no junte votos porque es más fácil tener un chivo expiatorio”.



(*) Natalia Mellman fue torturada, violada y asesinada el 4 de febrero de 2001 por agentes de la Policía Bonaerense, quienes la habían secuestrado. Tres policías fueron condenados (aunque se estima que fueron por lo menos cinco atacantes), pero gozan de salidas transitorias una vez por mes.

Fuente Radio Gráfica.